Las repasa Juan Godoy, experto en maquinaria en la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Univ. Nac. de Córdoba. Los componentes de agricultura digital son básicos, indicó.
Se aproxima la siembra de maíz y, junto con la elección de los mejores híbridos y de los insumos para cada ambiente, la correcta puesta a punto del equipo es clave para arrancar la campaña con el pie derecho.
Este trabajo puede llevar semanas, dependiendo de la cantidad y el estado de las unidades. Por eso, vale la pena planificarlo con tiempo. Lo ideal sería tener la maquinaria lista 15 o 20 días antes de largar, para poder realizar un último ensayo, poniéndola a prueba en algún lote, para evaluar si dosifica bien o si presenta algún problema de último momento.
“Los componentes del tren de siembra son el alma de la sembradora y merecen mucha atención, aun cuando hoy vivimos la era de la electrónica, de la agricultura digital, de los mapas satelitales y el manejo de datos en tiempo real”, señala el especialista Juan Godoy, ingeniero agrónomo y docente de la Cátedra de Maquinaria Agrícola en la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
A partir de su experiencia como asesor agrícola y responsable del Campo Escuela Experimental de esa reconocida unidad académica, resume varias claves para que productores y contratistas tengan en cuenta.
1- REEMPLAZO DE LA CUCHILLA
“A pesar de los muchos años de práctica que hay en el país, no se tiene muy en cuenta que la siembra directa incluye una mínima labranza a través de la cuchilla, que abre una pequeña franja en la que va depositada la semilla. Esa difusión, quizá errónea, de que la siembra directa es una agricultura sin labranza, ha llevado a que se haga un mantenimiento y uso de la sembradora sin evaluar el estado de la cuchilla turbo (el modelo más utilizado, aunque varía según el tipo de suelo), como primer dispositivo en el tren de siembra”, dice Godoy.
El experto observa que muchas veces se ven máquinas muy modernas, con toda la tecnología agrícola, pero con esa cuchilla turbo totalmente desgastada, cuando debería estar siempre nueva, ya que se tiene que cambiar todos los años o hasta dos veces por año.
“Si se hace mal esa parte, difícilmente el doble disco plantador o las ruedas limitadoras de profundidad lo solucionen. Este es un punto muy relevante”, afirma.
2- UNIFORMIDAD DE SIEMBRA
Un segundo punto muy importante es el buen mantenimiento de las ruedas limitadoras de profundidad. Muchas veces, debido al uso, los brazos que las sostienen suelen ceder, lo que genera que aparezca una luz entre las ruedas y las cuchillas, lugar por el que va entrando tierra y algo de rastrojo.
Las ruedas tienen que estar lo más pegadas posible a los discos plantadores, para poder copiar el terreno y para que la profundidad a la que se deposita la semilla sea uniforme. La desuniformidad espacial en las plantas en un lote es consecuencia de la semilla que fue mal distribuida en la línea de siembra.
A su vez, la desuniformidad temporal en el nacimiento de las plantas es consecuencia de semillas que quedaron más abajo o más arriba en la línea de siembra, y terminaron naciendo en días diferentes. “Esto tiene un impacto en el rendimiento muchísimo más alto que la mala distribución en el espacio”, advierte Godoy.
Por este motivo, el mantenimiento y la renovación de las ruedas limitadoras de profundidad, junto con los brazos que soportan esas ruedas, son de mucha importancia para lograr un buen trabajo de siembra.
También es importante el mantenimiento y la puesta a punto de los distribuidores y dosificadores de semilla, ya sean mecánicos o neumáticos, para lograr un óptimo resultado en la agricultura de precisión.
3- LOGÍSTICA DE FERTILIZACIÓN
Como parte del plan de siembra, una parte clave es la cantidad de kilos de fertilizante a aplicar, ya sea en la línea como arrancador, o por fuera de la línea como aporte de nitrógeno.
En la sembradora, el sistema de distribución más utilizado es el denominado “chevrón”, de ruedas con palitas, que se gastan de manera importante.
“Hay muchas máquinas que se compran nuevas y nunca más se les cambian los dosificadores chevrón, pero eso puede generar que la variabilidad sea altísima. Para evitarlo, es necesario medirlos e incluso cambiarlos”, aconseja Godoy.
El sistema de fertilización debe contemplar, además, que hoy se están popularizando los fertilizantes arrancadores microgranulados, que se dosifican a razón de 20 a 30 kilos por hectárea. En esos casos, los dosificadores chevrón, sobre todo si están gastados, no resultan aptos, porque fueron diseñados para tirar urea, con una granulometría cinco veces mayor.
4- MONITORES Y COMPONENTES DIGITALES
“Hoy por hoy, no concibo a una sembradora sin un monitor de siembra, que permita controlar diferentes variables. Están desde los más básicos, que indican si cae o no semilla, hasta los más avanzados, que brindan mucha más información en tiempo real”, sostiene el experto de la Universidad Nacional de Córdoba.
“Los más avanzados aportan múltiples funcionalidades: permiten hacer un mapeo de la densidad de siembra, mapas de singularidad, evaluar la calidad en términos de distribución de la semilla o qué tan bien está cayendo”, enumera Godoy.
Por eso, en el tractor deben ir estos monitores de siembra, que deben probarse también antes de comenzar la campaña y antes de comenzar cada tarea en particular.
Todos estos componentes se potencian cuando se combinan con plataformas de agricultura digital como FieldView, porque permiten una mejor recolección, organización y utilización de los datos obtenidos, para tomar cada vez mejores decisiones.
5- EL PILOTO AUTOMÁTICO
En cuanto al tractor, Godoy resume que debe poder brindar todas sus prestaciones de manera equilibrada, en función de las necesidades y características de la sembradora que moverá. Específicamente, se refiere tanto a su potencia en HP como a su caudal hidráulico y potencia eléctrica.
Pero, más allá de lo específico del tractor como “fierro”, el referente de la Facultad de Ciencias Agrarias cordobesa dice que es clave que vaya equipado con piloto automático, que aportará una ventaja importante: asegurar la precisión de la siembra en la unión entre las distintas pasadas y mantener una línea perfecta en su dirección.
Además, el especialista dice que el piloto automático es una tecnología que aporta múltiples ventajas para el contratista, para quien maneja y para el conjunto tractor-sembradora. En el plano económico, se evitan pérdidas importantes al no tener desvíos en las líneas del cultivo, mientras que se puede hacer un mayor número de hectáreas por día y, además, con un menor desgaste del operario.
Finalmente, Godoy recomienda que la planificación agronómica, el orden en que se sembrarán los lotes y qué híbridos se utilizará en cada uno, es información que debe estar en una hoja de ruta y en conocimiento de colaboradores y contratistas, para que cada uno pueda llevar a cabo sus tareas sin demoras y con la mayor eficiencia.