La plataforma permite incluso seguir los datos de rinde “en vivo”. Conocé la info que podés obtener con su uso, para tomar mejores decisiones en tu campo.
Para muchos, ya está finalizada la cosecha. Y con el rinde definido comienza la etapa de interpretación de los datos, para la toma de decisiones de cara a una nueva campaña agrícola. Pero, para muchos otros, la trilla todavía está por delante.
Para unos y otros, vale la pena repasar por qué, a la hora de la recolección de datos a campo, el servicio que ofrece FieldView es verdaderamente estratégico.
“Una ventaja que me resulta muy útil es que una vez instalada la plataforma y en compatibilidad con la cosechadora, se puede observar la tarea de recolección de manera directa y online”, destaca Marcos Vaschalde, asesor técnico a campo de FieldView en la zona centro y norte de Córdoba.
Además, por supuesto, los datos que suministra la cosechadora se ven reflejados y almacenados en la plataforma, por lo que no requiere, una vez terminada la cosecha, cargar la información en algún soporte de almacenamiento externo, como un pendrive.
Antes, el productor solía pedir la confección del mapa con las imágenes de producción por lotes recién una vez terminada la labor.
Había que sacar los datos del monitor, llevarlos a un programa específico y era un trabajo mucho más difícil de hacer, que requería tener conocimiento de programas, incluso.
Recién después de todo eso el productor se podía sentar a analizar los resultados.
Era habitual que una vez terminada la tarea, la máquina se fuera del campo y hubiera que rastrearla para poder conseguir los datos. Con FieldView, la disponibilidad de los datos está garantizada rápidamente, en tiempo y forma.
La tecnología, al servicio de conocer el rinde
“Registrada la máquina en la plataforma, se hace la vinculación del dispositivo Drive, que va a tomar todos los sensores de la máquina y, a través de la conexión de Bluetooth, los va suministrando a FieldView”, explicó Vaschalde.
De esta manera, se confecciona el mapa de rinde en el lote de que se trate.
El mapa de rendimiento es la representación gráfica de una serie de datos geoposicionados de rendimiento y humedad de granos, obtenidos mediante una cosechadora equipada con un monitor de rendimiento y un receptor de sistema de posicionamiento global diferencial.
Como decíamos, el seguimiento de los datos “en vivo” es otra de las ventajas. Esa prestación facilita el trabajo entre todas las personas involucradas, como el contratista y el productor, que tienen la información al instante.
Como precisa el asesor técnico de FieldView, el Drive de la plataforma va enchufado en el puerto CAN de la máquina cosechadora y a través de él pasan los datos que suministran los sensores hacia el iPad.
La plataforma permite cosechar un lote ya delimitado o hacerlo sin ningún tipo de referencia. Si el mapa de siembra está cargado en FieldView, el sistema reconoce qué variedad o híbrido se está recolectando y la densidad en cada lugar.
Las informaciones básicas que contiene el mapa de rendimiento son la cantidad de toneladas por hectárea y la humedad del grano, recuerda Vaschalde.
Otros indicadores que aporta son la velocidad de cosecha, la altimetría, que en el caso de lotes con pendientes permiten identificar referencias y también la superficie.
Una vez definido el mapa, con la ayuda de la agricultura de precisión, el productor puede tomar decisiones.
El asesor sostiene que si bien conocer el rinde es la principal finalidad a la hora de la confección de un mapa de rendimiento, algunas veces el uso de máquinas descalibradas relativizan esa información.
El rinde, un dato clave para tomar decisiones
Lo más importante –a su juicio– es ver la variabilidad intralote, que puede ser por la naturaleza del ambiente, por relieve físico y químico, o generada por el hombre, a partir de la rotación agrícola o de la historia productiva.
“Esos quiebres quedan reflejados en el mapa”, agregó.
También muestra las variabilidades agronómicas, como el híbrido o variedad utilizada, los tratamientos defensivos, la aplicación de fertilizantes, los laboreos realizados y, por ejemplo, el aporte del riego.
Al final de la cosecha, toda esa información disponible sobre cómo sacar rinde en un lote, es la que permitirá obtener valiosas conclusiones, desde ajustar densidades a realizar un nuevo balance nutricional.
“El mapa de rinde es el más importante y el que más se tiene en cuenta para aprovechar los datos”, finaliza Vaschalde. ©