En Córdoba, un productor detectó, tras la cosecha, con el mapa de rinde de FieldView, el impacto que tuvo la decisión de aplicar un fungicida por sobre el resto del manejo realizado.
Una de las tantas posibilidades interesantes que brinda FieldView es que cada usuario encuentra su propia forma de usar la plataforma, la utilidad más apropiada a su realidad productiva y la coyuntura de cada momento. Eso quedó en claro una vez más con una historia de la que fue protagonista un productor de Villa María, Córdoba.
Eso es lo que vamos a contar en esta nota. Un nuevo caso de uso que lo demuestra. ¿De qué se trata? Luego de la cosecha de maíz, con sencillas herramientas disponibles en FieldView, este productor logró identificar una decisión de manejo que tomó durante la campaña y que tuvo un gran impacto en el rinde.
Veamos cómo fue este proceso que le permitió al usuario sacar una conclusión muy valiosa y precisa para tomar mejores decisiones en el cultivo en las próximas campañas.
Todo comenzó con la siembra, cuando se implantaron diferentes híbridos en el lote y todo quedó registrado en FieldView. Puntualmente, usó el DK73-20VT3P en la mayor parte del lote, el DK7330VT3P en segundo lugar y, finalmente, algunas franjas con un mix.
Pero no solo se implantaron esos dos materiales de DEKALB, sino que cada uno se sembró también con diferentes densidades por hectárea, para obtener aún mayor diversidad de datos, que permitan luego tomar decisiones más precisas.
En este aspecto, se implantaron desde unas 55.000 plantas por hectárea como piso hasta cerca de 78.000 plantas por hectárea en algunas otras zonas.
Pensando en evaluar también el impacto de la fertilización, este productor cordobés dejó también una franja en el lote con menor dosis de fertilizante arrancador, atravesando a los distintos híbridos y diferentes densidades.
En esa franja utilizó dosis cercanas a los 15 kilos por hectárea, cerca de la mitad de los que usó en la mayor parte del lote, salvo algunos perímetros, en los que varió las dosis por otras cuestiones.
La campaña maicera transcurrió con normalidad, en todas sus etapas, y sin grandes inconvenientes. Con lo cual, llegó la cosecha y el productor utilizó, tal como tenía previsto, la opción de mapearla con FieldView.
Resultados del mapa de rinde de FieldView
En un primer análisis, con ese mapa no pudo determinar cómo habían impactado las variables que había planteado en cuanto a híbridos, densidad y fertilización.
Sin embargo, analizando la imagen, detectó una franja que mostraba un menor rinde y recordó que allí no había aplicado fungicida para controlar las enfermedades que habían atacado al maíz durante su ciclo.
Justamente, la aplicación de ese fungicida no la había registrado en FieldView porque fue realizada con un avión.
Entonces, aprovechó las sencillas prestaciones de FieldView que le permitieron establecer cuánto había rendido esa franja en la que no había aplicado el fungicida, que se veía claramente en el mapa de rinde.
Los resultados fueron muy precisos e indicaron que allí se había obtenido un rendimiento de 9.300 kilos por hectárea, como lo mostraba el reporte generado con la plataforma.
Para seguir con su análisis, en línea con la hipótesis que había construido, midió también una franja cercana que había sembrado con el mismo híbrido y con la misma densidad. Allí, se encontró con resultados muy claros.
La medición con FieldView arrojó que esa segunda franja, que sí había recibido un tratamiento con fungicidas cuando la presión de enfermedades así lo requería, había marcado un rendimiento de 10.500 kilos por hectárea.
Así, no quedó lugar a dudas. La muy significativa merma en el rinde, de unos 1.200 kilos de maíz por hectárea, se debió a que las enfermedades (roya) no fueron tratadas. Así, entendió que la aplicación del fungicida se pagaba sola, con el rinde extra.
Aunque el productor no pudo registrar esa tarea, la información brindada por las imágenes, en este caso el mapa de rinde de FieldView, le permitió analizar lo sucedido y sacar conclusiones precisas.
Sin duda, ahora podrá tomar mejores decisiones en las próximas campañas cuando se enfrente a situaciones similares. ¡Mil doscientos kilos de maíz por hectárea! Es mucho. ¿No? ©
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